Autobiografía caleidoscópica
y otras 3 formas diferentes de escribir tu historia
No importa qué tan alto ni con qué frecuencia emitamos a pregunta ¿quién soy yo?, pues la respuesta es inalcanzable. La naturaleza del yo se nos ha escapado desde el origen de la humanidad, y sin embargo seguimos insistiendo en encontrar la imagen que finalmente la devele. La autobiografía es una de las formas en las que, como humanas creativas, hacemos materia a partir de lo inefable. No podemos decir qué es el yo, pero sí retratarlo artísticamente, como tan bien hicieron Celia Paul y Gwen John en sus autorretratos. Pues, en el fondo, ¿no es lo que llamamos “yo” una mera foto, una imagen pixelada de lo que podemos saber de nosotras mismas, siempre incompleta?
Estamos hechas de otras personas, siempre. Yo soy yo, pero soy la imagen que mi madre tiene de mí, los recuerdos de mi hermana, las fantasías de aquel primer amor; soy también las proyecciones de quien ve mis historias en instagram, las notas descarnadas de mi diario, los objetos que dejaré tras mi muerte.
Cuando hacemos autobiografía, nos encargamos de armar un relato coherente de nuestra personalidad: dónde nacimos y en qué condiciones, quiénes nos cuidaron, cómo crecimos, qué hicimos con lo que fuimos aprendiendo, a quién amamos, qué heridas y transformaciones se fueron produciendo en el proceso. Una autobiografía, a la manera clásica, busca una especie de verdad sobre nuestro paso por el mundo. “Yo vi, yo dije, yo estuve aquí, y esto es lo que hice con todo ello”.
Celia Paul escribió una autobiografía creativa y amorosa mirándose en el espejo de otra pintora que también había amado 100 años atrás. Esta forma de contarse a través de una imagen ajena, casi fantasmal, ya no parece tan clásica: ha dejado entrar la otredad en su biografía. En el intersticio entre Celia y Gwen sucede eso llamado “yo”, que para nosotras es un concepto mucho más poroso y poliédrico de lo que la filosofía occidental nos ha hecho creer.
Estamos hechas de otras personas, siempre. Yo soy yo, pero soy la imagen que mi madre tiene de mí, los recuerdos de mi hermana, las fantasías de aquel primer amor; soy también las proyecciones de quien ve mis historias en instagram, las notas descarnadas de mi diario, los objetos que dejaré tras mi muerte. Este es el tipo de autobiografía que nos interesa, y el que queremos proponerte practicar en este nuevo Momento Creativo.
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